China, México y Canadá reaccionan a los aranceles impuestos por EE. UU.

La administración del expresidente estadounidense Donald Trump ha implementado desde el 1 de febrero una nueva política arancelaria que afecta a México, Canadá y China. La medida impone un 25% de arancel a productos provenientes de México y Canadá, exceptuando los hidrocarburos, que tendrán un 10%. En el caso de China, el incremento es del 10% sobre las importaciones.
China: «Medidas correspondientes» y queja ante la OMC
El último país en reaccionar fue China, que calificó la decisión de «innecesaria» y advirtió que socava la cooperación económica y comercial. El Ministerio de Comercio chino anunció que presentará una queja ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), argumentando que Washington ha violado las reglas del comercio internacional con la «imposición unilateral de aranceles».
Asimismo, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China destacó que esta guerra comercial afectará otros ámbitos de cooperación, como la lucha contra el narcotráfico.
Actualmente, el comercio entre Beijing y Washington supera los 500 mil millones de euros, pero el déficit comercial estadounidense con China ronda los 260 mil millones de euros, lo que ha sido una de las principales preocupaciones del gobierno de Trump.
Canadá responde con represalias comerciales
El primer ministro saliente de Canadá, Justin Trudeau, anunció una respuesta inmediata con la imposición de un 25% de arancel a productos estadounidenses valorados en 155 mil millones de dólares canadienses.
A partir del 4 de febrero, este arancel aplicará sobre productos valorados en 30 mil millones de dólares, incluyendo bienes de consumo como cerveza, vino, bourbon, frutas y jugos.
Trudeau criticó la postura de Trump, recordando que Canadá ha sido un aliado histórico de Estados Unidos y advirtió que las medidas comerciales también perjudicarán a los consumidores estadounidenses, aumentando el costo de productos esenciales como alimentos y gasolina.
México se prepara para defender sus intereses
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió asegurando que el país tiene una economía fuerte y no se siente aislado ante las nuevas medidas.
Sheinbaum evitó referirse directamente a los aranceles, pero rechazó las acusaciones de Trump sobre supuestos vínculos del gobierno mexicano con el narcotráfico, calificándolas de «calumnia». Anunció que México tomará medidas arancelarias y no arancelarias para proteger su economía, sin especificar cuáles ni cuándo entrarán en vigor.
Por su parte, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) advirtió que el 25% de arancel impuesto por EE. UU. afectará gravemente a la industria automotriz, electrónica y agrícola, impactando la competitividad de América del Norte.
Trump amplía su estrategia arancelaria hacia la UE
Además de México, Canadá y China, Trump ya ha puesto la mirada en Europa. Recientemente declaró:
«¿Voy a imponer aranceles a la Unión Europea? Absolutamente, la UE nos ha tratado muy mal».
El expresidente ha señalado que las importaciones de automóviles alemanes y el supuesto desequilibrio comercial con Europa serán sus próximos objetivos.