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Entre expulsiones y renuncias: Carlos Amarante y Domingo Contreras se fueron del PLD

Por admin
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El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) sigue enfrentando un éxodo de figuras clave, lo que refleja la crisis interna que atraviesa. Esta semana, dos de sus líderes más visibles abandonaron la organización, sumándose a una serie de renuncias y expulsiones que debilitan al histórico partido morado.

Primero fue la expulsión de Carlos Amarante Baret, exministro de Educación y de Interior y Policía, y miembro del Comité Político del PLD. El Tribunal Nacional de Disciplina y Ética del partido lo expulsó de manera deshonrosa, acusándolo de «atentar contra la unidad» de la organización. Amarante Baret, quien en 2018 intentó sin éxito ser candidato presidencial, era una de las figuras más influyentes dentro del partido. Su salida supone una pérdida significativa para la ya fracturada estructura interna del PLD.

Por otro lado, Domingo Contreras, exsecretario general del Ayuntamiento del Distrito Nacional y excandidato a Alcalde, anunció su renuncia formal al PLD tras 40 años de militancia. Contreras fue presidente de la Juventud Peledeísta y ocupó varios cargos importantes durante su carrera, incluido el de Director General de Promoción de la Juventud. Su decisión de cerrar este ciclo en el partido añade más presión a una organización que busca relanzarse tras su caída en las elecciones.

Ambas salidas, tanto la renuncia de Contreras como la expulsión de Amarante Baret, evidencian una creciente fragmentación dentro del PLD, que fue durante años uno de los principales partidos políticos de República Dominicana. Las pugnas internas, la falta de cohesión y las críticas a la actual dirigencia han causado un goteo constante de líderes que dejan el partido, ya sea por decisión propia o como resultado de sanciones.

La situación plantea un futuro incierto para el PLD, que parece estar camino a una reducción progresiva en su base política y su capacidad de influencia. En este contexto, la salida de figuras históricas sigue marcando el declive de una organización que alguna vez fue hegemónica en la política dominicana.

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